martes, 17 de junio de 2008
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Existen numerosos medios para escuchar ficheros MP3. Si el PC era en principio el único intérprete de este medio, en los últimos tiempos han aparecido diferentes aparatos compatibles con esta herramienta. Y es que el MP3 está de moda y los fabricantes se esfuerzan en desarrollar productos que puedan leer este tipo de formato. Algunos están bien pensados; otros no dejan de ser una extravagancia. Aquí una pequeña muestra:
PC. Casi cualquier ordenador es capaz de leer ficheros MP3. La potencia necesaria para la descompresión de uno estos ficheros no es demasiada, comparada con la que tienen en general los ordenadores actuales. Será suficiente con conseguir un programa que permita la lectura de MP3, y para eso no tendrás dificultades (entre otros, el Media Player de Windows tiene esta capacidad). Si tu sistema operativo no es muy antiguo, no tendrás necesidad de ningún programa suplementario, aunque podrás verte tentado por programas más sofisticados. El WinAmp es el más extendido, capaz de leer los ficheros MP3 así como los CD audio y los ficheros Midi, pero existen otros muchos programas que permiten tanto crear como cargar ficheros MP3. Con herramientas como Music Match o Real Player JukeBox podrás transformar todas las canciones de un CD audio en ficheros MP3 en varios minutos.
Lectores MP3. El Rio 300 de Diamond, aparecido en el mercado a primeros de 1999, fue el primer instrumento que permitía leer MP3 independientemente de un ordenador. Se trata de un reproductor autónomo que permite almacenar entre 30 minutos y una hora de música. Para cargar las canciones es suficiente con conectarlo a un PC y utilizar el programa de transferencia que se entrega con el aparato. Más tarde han aparecido otros lectores de MP3 en el mercado, pero no consiguen alcanzar la popularidad esperada por los fabricantes. La causa es muy sencilla: es muy difícil encontrar una buena relación calidad precio, ya que incluso los de gama más baja tienen por ahora un elevado coste.
Reproductores CD-MP3. Los últimos reproductores CD aparecidos últimamente en el mercado son capaces de leer MP3, y su futuro es prometedor. Tienen las mismas ventajas que los MP3 clásicos, pero evitan los inconvenientes ligados al coste de la memoria. Son capaces de leer CD-R y CD-RW en los que han sido almacenados decenas de ficheros MP3. Cada CD-R podrá contener el equivalente de 10 CD de audio.
Cadena hi-fi. El MP3 es ante todo un formato de audio. Han aparecido algunos elementos de cadena hi-fi capaces de leer el MP3: son pletinas que funcionan como los lectores de MP3, aceptan CD-R y CD-RW y almacenan ficheros MP3.
Lector DVD. Los lectores de DVD son, por definición, capaces de leer audio. No había mucho que hacer para que fueran igualmente compatibles con los CD-R que contengan MP3. Existen en el mercado varios modelos de DVD compatibles con el MP3. Para un uso óptimo se aconseja conectarlos a un buen equipo de altavoces de calidad o en su defecto a los de la televisión, que lamentablemente no están siempre a la misma altura.
Teléfonos móviles. Si no eres capaz de separarte de tu móvil estarás encantado de saber que existen teléfonos que ofrecen la posibilidad de leer MP3. Para ello, integran una tarjeta de memoria de 16 o 64 Mb y disponen de un auricular que permite la escucha en estéreo. Así podrás escuchar las canciones que quieras en cualquier momento, con tu teléfono conectado a Internet.
Jukebox. A medio camino entre el reproductor CD y la pletina hi-fi, existen unos aparatos dedicados a la lectura de MP3 capaces de almacenar un número increíble de ficheros. Estos productos, que fueron inicialmente lanzados al mercado por Creative Labs y por Archos, integran un disco duro de 6 Gb que ofrece la posibilidad de conservar el equivalente a 150 CD audio. Funcionan con una batería y por tanto son autónomos. Para transferir ficheros MP3, es necesario conectarlos al ordenador por medio de un puerto USB.
Otros. El MP3 puede igualmente acoplarse a un reloj, a una cámara de fotos digital o un auto-radio. Por una parte, los fabricantes proponen cada vez más productos para aprovechar el tirón del MP3, y por otra las discográficas hacen todo lo posible por frenar este fenómeno. La batalla está servida.